JUAN PABLO II

ÁNGELUS

Sábado 29 de junio de 1991
Solemnidad de San Pedro y San Pablo

1. Hoy es la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Como sabéis, es una fiesta de la Iglesia universal pero esta Iglesia de Roma la celebra con una alegría muy particular y por un deber específico, porque nació de su testimonio cruento.

Si Roma tiene motivo de alegrarse por el honor que le deriva de la gloriosa herencia apostólica, al mismo tiempo debe sentirse también llamada al ejercicio ejemplar de las virtudes cristianas para no defraudar a los fieles que desde todas partes la contemplan.

La solemnidad de hoy se convierte así en celebración de la unidad de la grey de Cristo, que en la comunión con la Sede Apostólica romana encuentra el criterio seguro de permanencia en la genuina tradición evangélica.

2. También el grupo de los nuevos cardenales, creados en el Consistorio celebrado ayer, constituyen una manifestación y confirmación de esa misma comunión. Entre ellos hay personas procedentes de todos los continentes: prelados que han trabajado por la Iglesia al servicio de la Sede Apostólica o en el ministerio pastoral y, a veces, han pagado con graves sufrimientos la fidelidad a su misión.

Al confiar a la Virgen Santísima a los nuevos purpurados y sus comunidades, pidámosle que interceda ante su Hijo a fin de que las familias de los pueblos "lleguen a reunirse felizmente, en paz y concordia, en un solo pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e indivisible Trinidad" (Lumen gentium, 69).

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