DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A LOS MUCHACHOS DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA,
AL CORO "ALPINISTAS TRIDENTINOS"
Y A LA ASOCIACIÓN "AMIGOS DEL BELÉN"
Viernes 21 de diciembre de 2001
Queridos niños y muchachos:
1. Os saludo con mucho afecto. Me alegra acogeros una vez más con ocasión de este encuentro, que me brinda la oportunidad de entrar nuevamente en contacto con la importante realidad eclesial de la Acción católica de muchachos, de la que formáis parte. Agradezco a vuestra compañera las palabras que ha querido dirigirme, interpretando vuestros sentimientos. Son numerosos los niños y los muchachos a los que vuestra Asociación ofrece la oportunidad de conocer más íntimamente a Jesús y ayuda a vivir el Evangelio en las situaciones concretas de la vida diaria. Que amar a Jesús y experimentar su gran amor sea siempre el deseo más ardiente de vuestro corazón. Si lo seguís fielmente, podréis darlo a conocer a vuestros coetáneos y amigos, para que puedan amarlo.
Veo que os acompañan la presidenta de la Acción católica italiana, señora Paola Bignardi, y el consiliario general, monseñor Francesco Lambiasi. Los saludo cordialmente y les agradezco la solicitud con que se dedican a vuestra educación religiosa.
2. Me ha complacido conocer vuestra iniciativa en favor de la paz, denominada "Mes de la paz", que os disponéis a realizar durante el próximo mes de enero. Realizadla con entusiasmo y generosidad. Es como una invitación a la paz que, hecha por vosotros, cobra la fuerza de una súplica convincente, porque la "medida nueva" del reino de Dios se descubre también en la "pequeñez" de los niños. Ciertamente, el "Mes de la paz", al proponer a las diversas parroquias vuestro mensaje de paz, ofrecerá a los creyentes la oportunidad de reflexionar ulteriormente en este valioso don que, como escribí en el Mensaje para la Jornada mundial de la paz de 2002, es fruto y obra de la justicia y del amor.
Con estos sentimientos, os deseo una feliz y santa Navidad. Hago extensivos esos deseos a vuestras familias y a toda la Acción católica a la vez que, por intercesión de la Virgen María, os bendigo de corazón a todos.
3. Dirijo ahora un afectuoso saludo de bienvenida a los miembros del coro "Sociedad de alpinistas tridentinos", acompañados por el arzobispo de Trento, monseñor Luigi Bressan, que han venido a Roma con ocasión del 75° aniversario de su fundación. Queridos hermanos, mantened vivas las hermosas tradiciones canoras que caracterizan a vuestra tierra. El canto es un modo singular de elevar al Creador el himno de alabanza y acción de gracias por las maravillas de su amor.
Por último, saludo a los miembros de la asociación "Amigos del belén", provenientes de Torre del Greco, congratulándome por el hermoso belén que han realizado en esta sala. Queridos hermanos, os animo a proseguir vuestro compromiso de promover la tradicional representación del nacimiento de Cristo, tras las huellas de san Francisco
Os expreso a todos vosotros, aquí presentes, y a vuestros seres queridos mi felicitación con ocasión de las fiestas de Navidad y Año nuevo, y, al mismo tiempo que os aseguro mi recuerdo en la oración, de buen grado imparto a todos una especial bendición apostólica.
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