ALOCUCIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
DURANTE LA ENTREGA DEL "PREMIO AL VALOR POLÍTICO"
Sábado 2 de octubre de 2004
Señor cardenal;
queridos hermanos en el episcopado;
señoras y señores:
Me alegra acogeros y saludo cordialmente al señor cardenal Lustiger, así como al señor Patrick Wajsman, director de la revista Politique Internationale, y a los miembros de KTO, televisión católica francesa, agradeciéndoos la concesión del "Premio al valor político". Esto demuestra la atención prestada a la misión de paz de la Iglesia en un mundo en el que los conflictos son, por desgracia, demasiado numerosos. Quisiera hacer un nuevo llamamiento a la paz, para construir una sociedad de fraternidad entre los pueblos.
Mi pensamiento va a los periodistas, que, con su testimonio y sus publicaciones, son constructores de la paz y de la libertad, y pagan un pesado tributo a los conflictos. Pienso también en los rehenes y en sus familias, víctimas inocentes de la violencia y del odio, e invito a todos los hombres de buena voluntad al respeto de la vida de las personas. Ninguna reivindicación puede desembocar en un mercadeo sobre vidas humanas. El camino de la violencia es un callejón sin salida.
Encomendándoos a la Virgen María e implorando para el mundo el don de la paz, que viene de Dios, os imparto a vosotros, así como a vuestros seres queridos, la bendición apostólica.
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