RADIOMENSAJE DEL PAPA JUAN XXIII
AL PUEBLO BRASILEÑO CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN
DE BRASILIA COMO NUEVA CAPITAL
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE BRASIL*

Jueves 21 de abril de 1960

A los queridos hijos del grande y noble Brasil:

Con el mayor júbilo para nuestro corazón aprovechamos la oportunidad de la inauguración de la nueva capital del Brasil para dirigirnos a sus laboriosos y generosos hijos. A ellos dirigimos nuestra palabra de bendición y de buenos augurios.

Mucho Nos agrada saber que en tan solemnes ceremonias de celebración, en las que tomamos parte en la persona de nuestro delegado, destacan las ceremonias de carácter religioso, para invocar a Dios nuevas bendiciones y favores sobre la nación entera.

Brasilia ha de constituir el marco miliario en la historia ya gloriosa de Santa Cruz, que brindará nuevos años de amor, de esperanza y de progreso entre sus pueblos, que unidos por la misma lengua y fe, se aprestarán a conseguir mayores empresas.

Pedimos a Dios que continúe derramando la abundancia de sus gracias y haga de Brasil una nación cada vez más fuerte, grande y libre, a la luz del Evangelio, contra todo aquello que trate de minar su fuerza, comprometer su grandeza y disminuir sus libertades.

Con este sentimiento y nuestros mejores votos para el querido pueblo brasileño, hoy espiritualmente reunido con su episcopado y clero, y particularmente al excelentísimo señor Presidente de la República y a todas las autoridades, así como a los técnicos y obreros que han contribuido a la realización de tan grandiosa obra, concedemos de todo corazón nuestra especial bendición, apostólica.

* AAS 52 (1960) 396-397. Discorsi, messaggi, colloqui, vol. II págs. 301-302.