PEREGRINACIÓN DEL PAPA PABLO VI A TIERRA SANTA
SALUDO DEL SANTO PADRE
A SU BEATITUD YEGHISHE DERDERIAN,
PATRIARCA ARMENIO-ORTODOXO DE JERUSALÉN
Delegación Apostólica de Jerusalén
Sábado 4 de enero de 1964
Agradecemos de modo particular a vuestra beatitud la cordial acogida hecha a nuestro peregrinar hacia esta ciudad santificada por los grandes misterios de la Redención que Nuestro Señor y Salvador Jesucristo aquí realizó.
Nuestro encuentro adquiere un significado particular por los lazos de amistad que han surgido entre Nos y la Iglesia armenia a través de los observadores delegados que han asistido a los trabajos del Concilio Vaticano II. El espíritu de caridad y comprensión realmente cristiana que ellos han manifestado nos ha dado la seguridad de la fraterna acogida que recibiríamos aquí por parte de vuestra beatitud y de sus fieles. Nuestras esperanzas se han visto ampliamente realizadas.
Una. aspiración fluye cada vez más sobre los corazones de los cristianos. Es el deseo de realizar cuanto el Apóstol de las naciones nos aconsejaba: olvidad el pasado y mirad al futuro, lo que tenemos delante, con los ojos fijos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. Este espíritu se ha manifestado ya de modo concreto en esta ciudad santa, en los esfuerzos actuales de todos los cristianos para trabajar de común acuerdo en el cuidado reverente y en una digna veneración de esta tierra bendita donde Nuestro Señor, triunfante sobre la cruz y vencedor del Sepulcro, ha realizado la gran misión de reconciliación recibida del Padre.
Nos saludamos estas manifestaciones de cristiana caridad, que ya existen, y expresamos el deseo ardiente de que puedan multiplicarse y extenderse a todos los campos de nuestro común esfuerzo cristiano.
Hemos venido a esta santa ciudad como peregrino orante. En las oraciones que ofrecemos a Dios, nuestro Padre, y a nuestro Salvador Jesucristo, su divino Hijo, recordamos a vuestra beatitud y a la grey de que es pastor.
Que las gracias y favores de Dios desciendan en abundancia sobre todos vosotros.
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