DISCURSO DEL SANTO PADRE PABLO VI
AL GRUPO DEMOCRISTIANO DEL PARLAMENTO EUROPEO*

Miércoles 14 de octubre de 1964

Con motivo de las jornadas de estudio que vuestro grupo ha organizado durante estos días en esta ciudad de Roma, habéis manifestado el deseo de venir a presentarnos vuestro homenaje. Con mucho gusto Nos hemos accedido a vuestra petición y Nos es muy grato daros la bienvenida en Nuestra morada.

Ya sabéis cómo, desde el comienzo de Nuestro Pontificado, Nos hemos manifestado el interés que concedemos a los problemas europeos, aun manteniéndonos, no hace falta decirlo, en el campo que Nos es propio.

Nos sabemos que el grupo demócrata-cristiano del Parlamento europeo reúne a representantes de diversos países miembros de este Parlamento, pertenecientes a confesiones religiosas diferentes, pero todos ellos animados por el mismo deseo de actuar, con una colaboración leal y fraternal, en la edificación progresiva de Europa. Esta Europa de mañana, pero que está ya en gestación, habrá de basarse en el patrimonio humano, moral y religioso, inspirado en gran parte por el Evangelio, que ha asegurado y sigue asegurando a este continente una irradiación única en la historia de las civilizaciones.

Permitid, pues, que Nos aprovechemos esta ocasión para renovaros Nuestro aliento y para exhortaros a continuar una tarea que aunque es ardua y compleja, se presenta sin duda como una necesidad vital para el porvenir de Europa e incluso del mundo entero. Tened la seguridad, Señores, de que Nos seguiremos siempre con simpatía vuestros esfuerzos con el fin de acelerar el advenimiento de una Europa pacificada y unida.

Con este espíritu, Nos formulamos ante Dios votos fervientes por el pleno éxito de tan noble empresa y de todo corazón Nos invocamos sobre vuestros trabajos, sobre vuestras personas y vuestras familias la abundancia de las bendiciones del Cielo.