PEREGRINACIÓN DE PABLO VI A BOMBAY
SALUDO DEL SANTO PADRE
A LA LLEGADA AL AEROPUERTO DE BOMBAY
Miércoles 2 de diciembre de 1964
Señor vicepresidente,
señor primer ministro:
Nos alegramos por el honor y placer de conoceros. Os agradecemos vuestra bondad al venir, a costa de no pocos sacrificios, a darnos la bienvenida a vuestra tierra, y os saludamos a vosotros y a los miembros del Gobierno de la India con deferencia y respeto.
Grande es nuestra alegría, en efecto, al encontrarnos entre el pueblo indio con ocasión de un importante acontecimiento religioso, el Congreso Eucarístico Internacional de Bombay. Por fin podemos venir a conocer esta inmensa y poblada tierra y a manifestar personalmente nuestra amistad y admiración por el grande y noble pueblo de la India, tan incansable en sus esfuerzos por la paz del mundo, tan industrioso para buscar prosperidad en armonía y concordia con las demás naciones del mundo.
Venimos como un peregrino; un peregrino de paz, de alegría, de serenidad y de amor. Saludamos a todo el pueblo de la India, a cada hombre, mujer y niño, y extendemos nuestro saludo a todas las naciones de Asia, a toda nación del mundo. Que siempre recuerden ellas que todos los hombres somos hermanos bajo la paternidad divina; que aprendan a amarse unos a otros, a respetarse unos a otros, a evitar violar los derechos naturales de los otros, que siempre se esfuercen en respetar estos derechos en verdad, en justicia y en amor.
Por estos sagrados deseos ofreceremos nuestras oraciones durante los días del Congreso; e invocamos sobre todos los que oís nuestra voz una abundancia de bendiciones divinas.
¡Jai Hind!
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