PEREGRINACIÓN DE PABLO VI A BOMBAY
DISCURSO DEL SANTO PADRE
A LOS REPRESENTANTES DE IGLESIAS Y COMUNIDADES NO CATÓLICAS
Jueves 3 de diciembre de 1964
Mis queridos amigos en Cristo:
Nuestro encuentro hoy es una ocasión de alegría y de especial significado. Nos alegramos de que nuestra peregrinación a Bombay haya hecho posible saludar a los representantes de tantas Iglesias y comunidades cristianas de la India. Nos alegramos también de que nuestro encuentro tenga lugar en un ambiente de caridad fraternal y comprensión mutua que es una señal de que el Espíritu Santo ha trabajado de manera especial en las mentes y corazones de todos los que llevan el glorioso nombre de Jesucristo. Con alegría expresamos nuestra gratitud a Dios por derramar las gracias de su Espíritu, especialmente en estos días. Porque las divisiones que existen entre los cristianos son causa de pena a todos los que desean servir a su Señor fielmente, el hecho de que se hayan tomado tantas iniciativas para remediar estas divisiones es un manantial de alegría y consolación. La Iglesia católica está tomando también sus propias iniciativas en orden a la reconciliación de todos los cristianos en la unidad de una sola Iglesia de Cristo. Hemos hecho hincapié en esto en varias de nuestras alocuciones y cartas. Más recientemente reafirmamos solemnemente esto en el decreto sobre ecumenismo que Nos, junto con los padres de la Iglesia católica reunidos en Concilio, promulgamos en la sesión del Concilio Vaticano II que acaba de concluir. Sin embargo, las iniciativas que estamos tomando no deben ser emprendidas aisladamente. Más bien es nuestra esperanza que nuestros esfuerzos puedan acompañar a los vuestros, puedan mezclarse con los vuestros para que juntos, en humildad y caridad y comprensión mutua, podamos encontrar los medios por los que el deseo de Cristo “que todos sean uno” pueda ser algún día realizado plenamente.
Tenemos bien presente que, en nuestros esfuerzos para conseguir una renovación dentro de la Iglesia católica y un sincero diálogo con los que no están en completa comunión con ella, debemos permanecer fieles a la verdad que hemos recibido de los Apóstoles y padres de la Iglesia. La vocación pastoral a la que Dios nos ha llamado pide particularmente esto. Pero también confiamos que la fidelidad a Cristo y a su Evangelio, que es la piedra de toque de toda actividad ecuménica sincera, traerá consigo que Dios, que siempre es generoso con los que le sirven con amor, coronará los esfuerzos de todos nosotros con sus bendiciones de verdadera paz y reconciliación entre los mismos cristianos, aun cuando nos ha reconciliado con El mismo en la Sangre de su Hijo.
En nombre de este divino Hijo hemos venido como peregrino al Congreso Eucarístico de Bombay. En nombre del mismo Señor Jesucristo os agradecemos, representantes de las Iglesias y comunidades de la India, el que hayáis venido a encontrarnos aquí. Enviamos nuestros saludos a todos vuestros feligreses y rogamos que Dios os bendiga. Que bendiga también los esfuerzos de todos los que os habéis reunido aquí para estudiar y trabajar juntos en un espíritu de comprensión fraternal. Nos alentamos estos esfuerzos y esperamos que serán profundizados y extendidos en sus miras y resultados, confiando que El, que es el Señor de la Iglesia, la conducirá hacia la plenitud en el curso del tiempo, ya que El desea que su Cuerpo crezca y se ensanche.
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