DISCURSO DE SU SANTIDAD PABLO VI
AL SR. FILIPPO PULLICINO,
PRIMER EMBAJADOR DE MALTA ANTE LA SANTA SEDE*
Lunes 10 de enero de 1966
Con profunda emoción y con sincera gratitud recibimos hoy la visita de Vuestra Excelencia y os damos lo bienvenida como primer Embajador de la independiente Malta ante la Santa Sede.
Os agradecemos por los elevados pensamientos expresados por V. E. en vuestro discurso, en el que hace referencia al gran Apóstol Pablo, Patrono del pueblo maltés. Es digno de notarse que la palabra inspirada por Dios, en los Hechos de los Apóstoles, hace mención de las virtudes sociales y espirituales de los habitantes de la isla. San Lucas escribió: «Una vez que estuvimos en salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Los nativos nos mostraron singular humanidad ... Ellos a su vez nos honraron mucho, y al partir nos proveyeron de lo necesario» (Act. 28, 1-2, 10) .
Renovamos Nuestros seguros sentimientos de afecto hacia el pueblo de Malta, rogando para que crezca cada vez más en virtud, preserve firmemente en sus tradiciones católicas y mantenga su tan conocida fidelidad y devoción al Vicario de Cristo y a la Sede Apostólica.
Al Gobernador de Malta, Nos enviamos, a través de vuestros buenos servicios, Nuestros deseos de prosperidad, de paz y de progreso. Y a V. E. auguramos la más exitosa y fructuosa de las misiones, prometiéndole Nuestro benévolo interés y solicita asistencia. Sobre Malta y su amada Jerarquía y pueblo, invocamos las mejores gracias celestiales, y a todos impartimos de corazón la Bendición apostólica.
*ORe (Buenos Aires), año XVI, n°693 p.7.
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