DISCURSO DE SU SANTIDAD PABLO VI
AL EMBAJADOR DE TAILANDIA ANTE LA SANTA SEDE*

Jueves 27 de junio de 1974

Hemos recibido con placer y satisfacción las Cartas Credenciales por las que Su Majestad el Rey de Tailandia le acredita corno Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante la Santa Sede. Apreciamos especialmente las amables palabras que usted ha pronunciado y los votos que nos ha transmitido de parte de Su Majestad. Le rogamos que transmita al Rey, a la Reina Sirikit y a toda la familia real nuestros calurosos y sinceros saludos unidos a nuestras oraciones.

La libertad que la Iglesia católica goza en Tailandia constituye para nosotros un motivo de gran consuelo y confiamos que esta histórica tradición de tolerancia seguirá contribuyendo en gran manera a un fructuoso desarrollo del diálogo entre las diferentes religiones en su país. Rogamos para que ese diálogo haga cada vez más profunda la paz en los corazones del pueblo tailandés, y para que, por medio de una confianza común en la divina Providencia y del amor mutuo, pueda vivir una vida meritoria.

Esté seguro de que la Santa Sede se siente estrechamente asociada al reino de Tailandia en la preocupación por la paz y la prosperidad, el bienestar y la dignidad de ese pueblo, de Asia y de todo el mundo. Personalmente nos alegrará siempre cooperar con usted en su nueva tarea e invocamos con alegría la guía y la ayuda divina sobre su misión, sobre su nación y sobre su amado pueblo.