DISCURSO DE SU SANTIDAD PÍO XII
A ALGUNOS MIEMBROS DEL «NATO COLLEGE»*

Domingo 1 de noviembre de 1955

El viaje de estudios que estáis cumpliendo actualmente por los países miembros del Pacto del Atlántico en Europa y en el Cercano Oriente, os ha conducido a Roma, señores, y habéis querido aprovechar esta ocasión para hacernos una visita. Nos apreciamos vivamente vuestra delicada atención y Nos os lo agradecemos sinceramente. Graves responsabilidades os han sido confiadas por vuestros respectivos países; os preparáis en el «NATO College» para asumir funciones directivas en el cuadro de la Organización Atlántica y os disponéis a resolver los serios problemas que comporta la defensa militar de los Estados que forman parte de ella.

Que la cooperación entre las naciones deba expresarse primeramente sobre este plano, es todavía, por desgracia, una necesidad en un mundo profundamente dividido; pero ella no disminuye en nada, estamos convencidos, su sincero deseo de mantener la paz. Por otra parte no se os escapa cómo el problema de la defensa implica otros aspectos además de los de apresto y organización de las fuerzas armadas; ello está condicionado, en efecto, a las condiciones generales de un país, por su ideal social y político, por su adhesión a un mundo de pensamiento y de vivir plenamente digno del hombre y conforme a las exigencias de su naturaleza, de su deseo de aplicarse con empeño por elevar sin cesar su nivel económico y cultural, en una palabra, de su profundo dinamismo, de su voluntad de vivir, y de vivir no ya replegado sobre si mismo en la afirmación orgullosa de su potencia, sino al servicio de la comunidad internacional y en un espíritu de sincera colaboración.

Nos esperamos, señores, que vosotros contribuiréis por vuestra parte, a mantener estas condiciones de una paz fecunda y durable. Todos Nuestros votos os acompañan, mientras Nos imploramos a la Divina Providencia por vosotros, por vuestras familias y los pueblos que representáis.

*ORe (Buenos Aires), año 5, n°212, p.4.